Estás perfecto, perfecto para amarra una soga a tú cuello, y que lentamente, cada fibra apreté ese cuello, parando la circulación y al final no te deje respirar; Quiero que mis manos se bañen en sangre, de tú dulce, espesa y roja sangre mientras disfruto los gritos desesperados que salen con esfuerzo de tú boca. Seré la última en verte respirar, porque después de hoy, morirás para y por mi..
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