y lentamente
la oscuridad de la noche se consume la luz de la tarde,
de mordisco a mordisco se la va devorando
y segundo a segundo los colores van cambiando.
la brisa es cada vez más helada,
y con un soplo de ella
roza mi piel terciopelo
y hace erizar cada poro
Esa oscuridad poco a poco llega a su clímax,
donde la luz del sol ya no existe
y la brisa avanza al paso del jazz.
Todo se silencia
lentamente el tiempo pasa,
sin esperar, sin prisa.
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