uno debería saber cual puede ser el ultimo beso y disfrutarlo más, pero se debería saber que hay que darlo como si no hubiera mañana, pero sentirlo como la primera vez que se dio.
él gritaba que su sonrisa era tan hermosa como el primer rayo del sol que sale del oriente, que cada palabra que salía de su boca, endulzaba su sangre y que un día lo haría padecer de diabetes, él divagaba que su piel era el lienzo perfecto donde haría su mejor obra de arte, él devoraba su boca de mordisco a mordisco saboreando cada rincón con su fina lengua.
Pero...
sus gritos no eran más que ruido entre la multitud, su sangre era tan espesa que no llegaba a su corazón, ni oxigenaba su cerebro, sus manos no tenían tacto y solo repetía las palabras de voces que divagan en el espacio, él solo devoraba un alma para calmar su hambre y bebía de un espiritu para saciar su sed
ella no lo sabía, hasta que el último beso ya había sucedido y que la sensación del primero solo era un mito, ella no lo sabía, hasta que sintió la soledad junto él.
él ya no existe y para ella es solo un mal sueño que hoy recuerda a medias, mientras la lluvia rosa sus labios, con gotas de agua que caen frías y repiten la historia una y otra vez..
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