Se puso su traje, su gran sombreo y esas ilustradas botas,
estaba lista para subir a su barco de nuevo,
ya no quería estar en ese pueblo, ya no debía estar ahí.
Era tiempo de zarpar, el mar se había calmado,
era momento para navegar de nuevo,
ir tras la corriente, volver a las tormentas,
disfrutar el sol y el agua salada.
Subió el ancla, bajo las velas
y con un poco de aire el barco navegaría,
Era tiempo de volver al timón
Era momento de avanzar sola en alta mar.
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