No sabes que tan cerca puede estar rondado la muerte de ti ni cuando te tocará o al rededor de los que amas ni cuando les tocará, solo te das cuenta cuando alguien deja de respirar y no puede abrir ya sus ojos, cuando su corazón deja de bombear sangre y su cerebro pierde fuerza, ya no hay un sueño, ya no hay nada.
Justo en ese momento te das cuenta que el tiempo que compartiste no fue suficiente, que se pudo tener más aventuras, más experiencias, mas alegrías mas rabietas, mas lagrimas, mas peleas, mas enseñanzas; que debiste decirle "Te amo", "me haces feliz", "no quiero que te vayas" muchas más veces y que aún así no hubieran sido suficientes; pero ya es tarde, no hay vuelta de pagina ya todo acabó.
Solo lloras y lloras, pero ya las lagrimas no dan más, se empiezan a cercar y aún así tú sigues llorando y gritando, aunque ya no sabes que hacer para no sentir ese dolor, esa perdida; con el tiempo te silencias, tú mirada se apaga, en tú rostro no se ve vida y todos piensas que harás lo peor pero tú no sabes que hacer, que pensar ni te das cuenta en el estado en el que te encuentras.
En ese lapso te das cuenta que como dice Epicuro de Samos "La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo." que forma parte de la vida, que tarde o temprano a alguien más le tocará y incluso a mi, aunque duela perder, sucederá y después de varios días entendiendo esto, recapacitas. Vez que la vida sigue igual, que nadie notó que alguien falta, que como en toda sociedad se acomodan al cambio tarde o temprano, ahí entiendes que hay dos pasos para llegar a la muerte, el primero cuando dejas de respirar y el segundo va en cada persona que te olvida y es el que mas duele pero ya no se siente.
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